La tercera montaña más alta de Chile. El ascenso de este mítico volcán traspasa desde lo deportivo a un plano espiritual, pues se trata de una montaña sagrada y uno de los principales santuarios de la cultura Incaica. Cerca de la cumbre, aprox a unos 6700 m, fueron encontrados tres cuerpos momificados dejados allí en honor a los dioses, graduándose así como el santuario a mayor altura del mundo.
Un largo camino de acercamiento desde cualquier centro poblado y entre un laberinto de huellas que se pierden en medio de la soledad e inmensidad del altiplano, hace que llegar a la base de la montaña sea una aventura en si misma, acompañados de un marco escénico sobrecogedor.
El ascenso a la montaña es técnicamente fácil, a través de senderos poco definidos y algunos tramos sobre neveros que suelen presentar penitentes que en ocasiones dificultan el avance. Las bajas
temperaturas, la altitud y largas jornadas en marcha, propias de cualquier ascenso a un 6 mil, son los elementos que hacen de esta montaña una dura prueba a superar, pero más allá de la cumbre,
constituye un fuerte e interesante desafío personal.